Os propongo una nueva introducción para el relato:
Amanecía y el peregrino ya caminaba animado. Sabía que los 25 kilómetros de esa jornada serían duros, pero una profunda alegría interior le impulsaba: al final del día llegaría a su destino…
Queridos míos, aquí os incluyo la introducción para un nuevo relato:
Por la mañana el sol lucía y el jardín estaba lleno de flores con aromas diferentes. En el centro de aquel paraíso, la casa de la familia Hidalgo parecía un castillo encantado, lleno de historia y leyendas…
Aquí tenéis la introducción para un nuevo relato:
La niña se despertó sobresaltada. “¡Uf!” pensó, “¡qué suerte que todo ha sido un sueño!”…
Español, lengua y culturas