Cuento: Una venganza

Mucho se especuló que la nueva reina del carnaval: la señorita Dulce Rosa Orellano, si bien resultaba graciosa y bella, había otras concursantes que superaban notablemente a la ganadora y que la razón por la que se hizo merecedora de tal distinción es la fuerza política de su padre el senador Anselmo Orellano. La fama de dicha belleza llegó a oídos incluso del rebelde Tadeo Céspedes quien antes de llegar al poder realizó una expedición punitiva por los terrenos del senador. El senador ordenó encerrar a su hija en la última habitación de su finca y se prestó a defenderla con pistola en mano. Consciente de su derrota, El senador llegó agonizante a la recamara de Dulce Rosa con la intención de matarla. La niña sin embargo, le pide al padre que la deje viva para vengarlo. El senador vio la suficiente determinación en los ojos de la niña que cumplió su deseo. Esa noche Tadeo violó a Dulce Rosa que engendró desde entonces el deseo de la venganza.

Tadeo por su parte regresó a la capital a rendir cuentas de sus actos.

Con la llegada de los nuevos tiempos, fue nombrado alcalde y llegó a cultivar respeto alrededor de su persona. Toda marchaba bien en la vida del alcalde excepto por el recuerdo de aquella tarde en la que embriagado de pólvora y poder destruyó la dignidad de una niña. Cierta noche no pudo más con los recuerdos y se dirigió al lugar de los hechos. Dulce Rosa por su parte se había repuesto del ultraje y volvió a levantar la finca. Su belleza aumento y tuvo incluso algunas propuestas de matrimonio. La noche en que Tadeo se presentó en sus terrenos la produjo una enorme satisfacción pues día y noche lo llamaba con el pensamiento. Nuevamente solos y juntos. Tadeo le confeso haber estado todo este tiempo arrepentido y enamorado de ella. Dulce Rosa por su parte no encontró los viejos odios y se topó con una imagen muy distinta del agresor. Ambos se reencontraron y pronto anunciaron su boda. Dulce Rosa se descubrió enamorada del hombre que más odiaba pero aún así el recuerdo de su padre asesinado no la dejaba en paz. Todo estaba listo para el festejo salvo por la novia que no apareció. Tadeo la encontró aislada en un cuarto, rodeada de sangre como la primera vez que la vio.

Cuento: Un discreto milagro

Gilberto, Filomena y Miguel eran los tres hermanos Boulton descendientes de un comerciante de Liverpool. Gilberto escribía poemas a su edad de más de setenta años, era el único que fue criado en Inglaterra por lo que mantenía manías  del supuesto rango. Filomena era viuda y abuela y cuidaba a sus hermanos; uno anglófilo y el más pequeño cura. Miguel no sólo era un sacerdote radical que compartía las desgracias de sus feligreses, también era capaz de protestar contra el régimen militar que se había apropiado del país. Denunciaba torturas y llegó a ser tan conocido que seguramente le ahorró ser desaparecido.

Miguel sufrió un ataque que le dejo ciego repentinamente. Fue llevado a casa de su hermana pero, ante la gravedad del asunto fue llevado aun hospital, el más miserrimo que existía, pues el padre Miguel se negaba a entra a lugares con olores petulantes o de platicas sofisticadas. Al ser atendido, el medico sugirió ser visto por un especialista en el hospital militar o en el del Opus Dei. Miguel se negó a ir a cualquiera de los dos pero fue persuadido por Filomena para ser revisado en el segundo. El oftalmólogo del Opus fue sincero y dijo que sólo un milagro le salvaría la vista al padre. EL padre Miguel enmudeció. Filomena tomó cartas en el asunto y junto con Gilberto y el guardaespaldas de su hermano, se dirigieron donde se le pedían favores a Juana de los Lirios: una mujer cuya fama de milagrosa había trascendido fronteras luego de su muerte. Para Filomena era una santa que algún día reconocerán. Para Miguel que mejor milagro entonces que la caída del dictador. Gilberto se secaba el sudor pensando en las vueltas de la vida.

El padre Miguel fue operado en el hospital del Opus Dei posteriormente. Al regreso a casa de Filomena, Miguel recibió innumerables visitas de afectados, poco después la noticia de que el padre Miguel había recuperado la vista corrió con voz propia. En una fiesta que se organizó más adelante, el Padre Miguel pidió recolectar firmas para pedir la beatificación de Juana de los lirios.

Cuento: Vida interminable

La inseparable pareja de Ana y Roberto Blaum, mantuvo por 50 años su compañía ininterrumpidamente es decir, jamás se separaron. Cuando se conocieron él era un joven con aspiraciones de médico y ella una violinista llena de candor e inocencia. Fue la música la que los unió. Al llegar la guerra, los Blaum tuvieron que emigrar por sus raíces no arias y llegaron a otro continente a establecerse. Las habilidades del doctor Blaum pronto le dieron notoriedad no sólo por sus extraordinarias capacidades médicas sino por su autentico altruismo al ejercer su oficio. Además, el doctor Blaum es notable por sus ensayos a favor de una muerte digna y necesaria. Algunos lo atacaron de ser partidario de la eutanasia y otros mas de racista y enfermo. Lo cierto es que los Blaum envejecieron siendo admirados y queridos por todos.

El narrador del cuento narra la manera de cómo conoce a los Blaum –una emergencia que desde luego es solucionada por el susodicho-, y su creciente amistad con ellos. Como la pareja no tenía hijos, los Blaum trataron al narrador como un hijo por ello acudieron a él cuando el doctor le pidió que le consiguiera un lugar apartado de la prensa y las multitudes pues necesitaba tiempo para escribir otro libro. La fama del doctor había aumentado y sus polémicos libros lo hicieron famoso y solía ser visitado por enfermos, periodistas, colegas, curiosos etc.

Un año dejó el narrador de ver a los Blaum cuando se reencontró con ellos, Ana había muerto apaciblemente ayudado por Roberto quien tenía preparada una inyección para él. Roberto nunca escribió una línea, se dedicó ese año a su mujer quien fue diagnosticada con cáncer terminal. La pareja había pactado su último año, inseparables como siempre fue. Ahora el narrador escucha la suplica de Roberto quien le pide ayuda a buen morir pues él solo, no puede hacerlo.

Cuento: Con todo el respeto debido

Una pareja de pillos: -un traficante de armas y whisky falsificado y una fugada de casa con un puñado de diamantes- buscan la manera de hacerse ricos sin trabajar. Domingo Toro y Abigail McGovern viven de hacer trampas a negocios o particulares, su ingenio se agudiza según sus expectativas. Conforme su fraudulento modo de vida aumenta, Abigail considera necesario convencer a los demás de que su riqueza es familiar y que Domingo se cambie de apellido pues nadie se apellida Toro. Sin embargo, Domingo mantenía bajo control a su mujer pues gustaba de desaparecerse cuando ella le insistía en cosas que él consideraba –y está era una de ellas- inútiles. Sus negocios prosperaron pero Abigail seguía insatisfecha, el darse cuenta de que el dinero no implicaba que los aceptaran en sociedad la tomó por sorpresa. La pareja discute por la inconformidad de Abigail quien anuncia que comprará caballos pues sólo la clase más alta tiene acceso a ellos. Domingo se opuso pero, por primera vez, se dejo convencer por su mujer. La idea fue buena y pronto comenzaron a codearse con familias opulentas de criadores. Pero como seguían sin salir en las páginas de sociales Abigail continuaba sintiéndose hueca. Se volvió más ostentosa y estrafalaria. Sus tradicionales fiestas anuales de disfraces se volvieron más y más famosas por su despilfarro. Los estudiantes protestaban a menudo por la actitud de los Toro frente al aumento de la mísera. Una tarde Domingo recibió una llamada anunciándole que Abigail estaba secuestrada. Fue entonces, que el sueño de Abigail se hizo realidad: la noticia del secuestro de la esposa del magnate de los baratillos fue primera plana al día, se leía sobre el constante aumento de la recompensa exigida por un grupo extremista –hasta entonces desconocido- que se adjudicaba el crimen. El drama se mantuvo algunos días hasta que –justo cuando la atención comenzaba a desviarse- aparecieron Abigail sana y salva y Domingo quien no dijo el valor pagado pues su esposa no tenía precio. El rumor de que la suma fue exorbitante dejo pasmados a toda la clase alta de la región. Hubo protestas por parte de los estudiantes que alegaron un autosecuestro que sin duda redituará en impuestos y cosas por el estilo. Nadie les hizo caso pues algunas décadas más tarde, los Domingo-McGovern son de las familias más respetadas del país.

WQ: Nuestro periódico

 

¿Qué os parece si elaboramos nuestro propio periódico? ¿Pensáis que es algo inabarcable o demasiado complicado?… No os preocupéis, yo os he preparado una pequeña ayudita: la WQ Nuestro periódico. Sigue las instrucciones y utiliza los enlaces que te ofrece y ya verás qué fácil es la tarea.

… Et voilà!

La primera edición de Nuestro Mundo, el periódico de los estudiantes del grupo TU München B2, ¡ya está aquí! 🙂

También ha visto la luz la publicación del grupo “cervantino” C1.4:  El Vigilante 😉

Acabamos de recibir la última entrega del periódico 20 Segundos, editado por los estudiantes del grupo TU Garching B2. ¡Enhorabuena! 🙂

De nuevo ve la luz una publicación de la TU München B2, Gente , le deseamos mucho éxito 😉

Y siguiendo de cerca a la edición de Múnich, el grupo TU Garching B2 nos  sorprende con la edición de Imagen, la nueva publicación para el siglo XXI… ¡Felicidades! 😮

Un nuevo ejemplar ha llegado a nuestro kiosko, El sol de múnich,  elaborado por el grupo B2 de Garching, ¡que lo paséis bien! 😉

Las dos ediciones más recientes de los estudiantes de nivel B2 en Múnich y Garching: El Sol y El Día 🙂

Un nuevo periódico nos llega desde Garching para nuestro kiosko de prensa: El diario de la TUM 🙂

La Verdad de la TUM, diario firmado por la redacción del B2 Garching,  publica su primera edición en nuestro kiosko  ¡Bienvenido! 🙂

 

Cuento: El huésped de la maestra

La maestra Inés sólo podía confiar en su amigo, el árabe Riad Halabí, en una situación de extrema importancia. Después de todo, su amistad se remontaba varios años y fue el árabe quien ayudó a Inés el día que asesinaron a su único hijo, y fue también el árabe quien le sugirió poner una pensión en su casa. Por eso Riad no dudó ni un momento cuando la maestra Inés le anunció en su tienda que había matado a un huésped. Al acudir a la escena del crimen Inés le confiesa al turco que siempre supo que tarde que temprano volvería a ver al asesino de su hijo. Riad ayudó a Inés a deshacerse del cadáver sin dejar huella del asesinato. La maestra Inés era querida por todos por su indudable apoyo a los desprotegidos. Todos sentían que algo le debían sea la facultad de leer o el recuerdo del estomago llenó en los días que normalmente no había con qué llenarlo. Todos le debían algo y por eso todos podrían ayudar en algo.

Cuento: Un camino hacia el norte

Jesús Dionisio y su nieta Claveles emprendieron una larga marcha con destino a la capital. En el camino, el viejo escultor de santos recuerda el día que su hijo militar llegó con una bebita argumentando que era su hija y que desconocía el paradero de la madre. Claveles se crío con sus abuelos y aunque poseía carácter indómito, ayudaba a la abuela en las labores del hogar y al abuelo en su producción de santos. Todo cambio desde el día en que fue enterrada la esposa de Jesús Dionisio: Amparo Medina. Ante la irremediable perdida, Jesús comenzó a beber y cambió su trabajo por uno de estilo más sombrío, la casa se fue deteriorando, los animales murieron uno por uno, y al poco tiempo vivían en la extrema pobreza. Claveles se fue a trabajar fuera por un tiempo y regresó esperando un hijo. El abuelo se había sumido en lo más decadente de su existencia.  La llegada del hijo de Claveles cambió los aires del entorno. El abuelo dejó la bebida y bautizó a su bisnieto con el nombre de Juan, sin embargo, la eventual actitud extraña del niño los hicieron sospechar. Luego de unos análisis médicos se diagnosticó que el hijo de Claveles era sordo y que por lo tanto será mudo. Jesús Dionisio no se sorprendió y dispuso que ellos mismos educarán a Juan. Juan Picero creció con un estrecho vinculo con su bisabuelo y aprendió a valerse por si mismo a pesar de su defecto, llegado los siete años, le fue negada la entrada a la escuela, lo que provocó en su bisabuelo una indignación completa. El achacoso viejo consoló a su nieta diciéndole que ellos mismos se ocuparán de enseñarle a Juan un oficio en la vida.

Por esas fechas llegaron unos voluntarios de la señora Dermoth cuya labor consistía en ubicar niños enfermos para ofrecerlos en adopción a prósperas familias del norte bajo consentimiento de los familiares del infante. El bisabuelo se negó rotundamente en dar en adopción a Juan. Los voluntarios le insistieron subrayando el factor sordera de Juan pues allá, en el norte, había hospitales que seguramente corregirían el mal. Jesús Dionisio no cambió de opinión. Pasados los días, Claveles se sorprendió varias veces observando los folletos que dejaron. Claveles se encontró, fuera de la vista de su abuelo, varias veces con los jóvenes voluntarios. En el último encuentro le enseñaron la foto de una agradable pareja interesada en adoptar a Juan y que además le ofrecían doscientos cincuenta dólares en ayuda. Claveles había comparado en varias ocasiones su miserable cuarto con los lujos de los folletos. Y entonces aprovecho la ausencia de Jesús Dionisio para vestir a su hijo con sus mejores ropas y explicarle con señas que todo lo hacia por su bien. El bisabuelo enfureció al oír la noticia y acusó a su nieta de llevar sangre de mala madre que abandona a sus críos. No se volvieron a dirigir la palabra hasta que se escucho por la radio de una banda que engañaba a padres en extrema pobreza a los cuales ofrecían dinero o ayuda para sus hijos y que estaban implicados en el tráfico de órganos. Jesús Dionisio y su nieta Claveles están en la capital para preguntar si su nieta podría ser alguna de sus víctimas.

Cuento: La mujer del juez

Un hombre lleva su destino marcado desde su nacimiento. Morirá por causa de una mujer; por ello, Nicolás Vidal evitó siempre relacionarse más allá de lo efímero. Casilda era una mujer frágil, poco llamativa, además de ser la mujer del juez razones de sobra para que Nicolás la descartara como una posibilidad mortal de encuentro. El juez Hidalgo y su esposa llegaron al pueblo y para sorpresa de todos se instalaron en aquel lugar caluroso y de poco atractivo. El juez ablandó su desempeño lo que muchos atribuyeron a su desapercibida esposa e hijos.

Nicolás Vidal fue hijo de una prostituta que no lo deseaba. En vano trato de expulsarlo pero al verlo recién nacido, hecho y derecho y con cuatro tetillas supo que su hijo perdería la vida por una mujer. Aquella predicción pesó en Nicolás el resto de su vida. Tuvo entonces que apartar deseos amorosos hacía las mujeres y en poco tiempo, su fama de bandolero sagaz recorrió los extremos del pueblo.

El juez Hidalgo había tratado en vano de cazarlo, ninguna ayuda era suficiente pues Nicolás conocía a fondo toda la región. El juez arrestó entonces a Juana la triste, la madre de Nicolás y la encerró en la plaza con un jarrón de agua. El juez se había empeñado en atrapar al ladrón a cualquier precio. Al acabarse el agua, la mujer comenzará a gritar de desesperación y su hijo será mi prisionero cuando trate de rescatar a su madre. El juez pensaba de esta forma sin embargo Nicolás pensaba de otra. Al recibir la noticia de que su madre agonizaba por la falta de agua, los hombres de Nicolás se sorprendieron de que su jefe no mostraba prisa alguna por rescatar a su madre. Para Nicolás aquello era una cuestión de honor y demostraría que tenía más cojones que el juez.

La mujer agonizaba y solicitaron que se suspenda el castigo pero el juez se mantuvo irrestricto. Entonces se acudió con doña Casilda quien estaba al tanto de los hechos que tres días a la fecha se venían sucediendo. El juez tuvo que ceder cuando escuchó las protestas de sus hijos unidas a las del pueblo. Nicolás se enorgulleció de su triunfo. Pero a la mañana siguiente, su triunfo tornó en trago amargo al enterarse que su madre se había ahorcado en el burdel donde siempre trabajo. Furibundo, declaro que los días del juez estaban contados. El juez y su familia sin embargo habían partido de vacaciones. Nicolás se enteró del destino y se lanzó en pos de ellos. Durante el camino, el juez Hidalgo murió sorpresivamente. Casilda puso a salvo a sus hijos y se preparó a entretener lo más posible a la banda de Nicolás para asegurarles huida. Sin embargo solo un hombre llegó al encuentro. Luego de que Nicolás comprobara que nada podía hacer ya contra el juez, estudió detenidamente a la mujer que lo retaba con la mirada. Casilda hizo alarde de toda su capacidad de seducción para poder retener al bandolero que de momento olvidaba la existencia de los hijos. Entonces aquel hombre desacostumbrado al trato especial por una mujer, se entregó a ella con la misma intensidad recibida. Cuando a lo lejos se podía percibir que soldados venían con el objetivo de arrestar a Nicolás, Casilda incluso le pidió que huya, más aquel hombre prefirió entregarse de nuevo en sus brazos cumpliendo así la profecía que tanto temió en vida.  

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