En la obra de Mario Vargas Llosa se tratan todos los asuntos que atañen a la condición humana y, para abordarlos y ahondar en sus misterios, ha cultivado todos los registros de la literatura. Ha narrado situaciones trágicas y disparatadas, ha recreado los paisajes de su país pero también el ruido de las metrópolis del siglo XX, se ha hecho acompañar por personajes cargados de vida y de contradicciones, ha explorado los recovecos del poder y las alcantarillas del alma. Junto a sus obras de ficción, irrumpe con fuerza la voz del ciudadano que se pronuncia a propósito de los problemas de su tiempo y se compromete con sus ideas de manera apasionada. Crítico con las situaciones de injusticia y con muchas políticas de los más diversos Gobiernos, muchas veces incómodo, siempre curioso por cuanto sucede en todas partes. (El País, 8/10/2010)
One thought on “Mario Vargas Llosa: Premio Nobel a la vocación y al compromiso”
Aquí hayestá mi texto usando la frase de la obra de MVLL “Conversación en la catedral” – he buscado un poquito en la historia de Perú para qué alguien pueda mirar una avenida en Perú sin amor:
Desde la puerta, Santiago miraba la avenida sin amor: ¿En qué momento se había jodido Perú? Afuera llovía, que era insólito para la estación. En el bar bebía, reía y lloraba mucha gente. Con tanto amigos del alcohol no se tiene frío en un bar, pero Santiago tenía piel de gallina como todas las semanas pasadas. El esperó a su proxima cerveza y se perdió en sus pensamientos oscuros.
Todavía no había entendido unala huida de sus ensueños y de los demonios que lo acechaban en su más interior. El tuvo amigos en las tropas que estuvieronfueron destrozadas en Sangarara. También había visto compañeros muriendo y matando en Cuzco en los días pasados. SuÉl mismo había matado rebeldes. Al final las tropas hispanoamericanas y sus leales indígenas aliados habían vencido a los rebeldes incas. Ahora los rumores volaban en las calles sobre cómo los generales quisieronquerían ejecutar a Condorcanqui o Tupac Amaru II, como se había llamado el sedicioso que había dirigido la rebelión de los Incas.
Santiago no había tenido tiempo para pensamientos en los meses pasados – ahora, después de las batallas, tuvo dudas. ¿EstuvoEra lo que Dios habría querido lo que había pasado? Los Incas agonizaron en las plantaciones, minas y fábricas. Pagaron impuestos increíbles. Pero el gobernador y los generales siempre habían encontrado palabras para explicarlo. Encabezado depor Tupac Amaru II y de por los generales hispanoamericanos el sufrimiento de los Incas había costado muchas vidas.
Todavía estuvieron ahora estaban pensando los generales cómo podían matar a más gente – los caudillos de la rebelión – y no cómo podían terminar la represión. En este momento Santiago lentamente realizóse dio cuenta: El era mestizo y había tenido – habíatenía – un hermano entre las tropas de los rebeldes, él había conocido los problemas de los Incas. Pero siempre había confiado en Dios y en la Corona – pues, la realidad había cambiado su imagen del Perú en que nació. Ahora aparecieron rumores de prohibicíon del idioma de los Incas y de su ropa. No había aprendido nadie nada.
Su cerveza llegó. Santiago bebió un lingotazo. La bruma delante de de sus ojos se puso más densa. ¿Para qué habría que amar su “madre patria”? No pudo ver nada.
Aquí
hayestá mi texto usando la frase de la obra de MVLL “Conversación en la catedral” – he buscado un poquito en la historia de Perú para qué alguien pueda mirar una avenida en Perú sin amor:Desde la puerta, Santiago miraba la avenida sin amor: ¿En qué momento se había jodido Perú? Afuera llovía, que era insólito para la estación. En el bar bebía, reía y lloraba mucha gente. Con tanto amigos del alcohol no se tiene frío en un bar, pero Santiago tenía piel de gallina como todas las semanas pasadas.
Elesperó a su proxima cerveza y se perdió en sus pensamientos oscuros.Todavía no había entendido
unala huida de sus ensueños y de los demonios que lo acechaban en sumásinterior. El tuvo amigos en las tropas queestuvieronfueron destrozadas en Sangarara. También había visto compañeros muriendo y matando en Cuzco en los días pasados.SuÉl mismo había matado rebeldes. Al final las tropas hispanoamericanas y sus leales indígenas aliados habían vencido a los rebeldes incas. Ahora los rumores volaban en las calles sobre cómo los generalesquisieronquerían ejecutar a Condorcanqui o Tupac Amaru II, como se había llamado el sedicioso que había dirigido la rebelión de los Incas.Santiago no había tenido tiempo para pensamientos en los meses pasados – ahora, después de las batallas, tuvo dudas. ¿
EstuvoEra lo que Dios habría querido lo que había pasado? Los Incas agonizaron en las plantaciones, minas y fábricas. Pagaron impuestos increíbles. Pero el gobernador y los generales siempre habían encontrado palabras para explicarlo. Encabezadodepor Tupac Amaru II ydepor los generales hispanoamericanos el sufrimiento de los Incas había costado muchas vidas.Todavía
estuvieronahora estaban pensando los generales cómo podían matar a más gente – los caudillos de la rebelión – y no cómo podían terminar la represión. En este momento Santiago lentamenterealizóse dio cuenta: El era mestizo y había tenido –habíatenía – un hermano entre las tropas de los rebeldes, él había conocido los problemas de los Incas. Pero siempre había confiado en Dios y en la Corona – pues, la realidad había cambiado su imagen del Perú en que nació. Ahora aparecieron rumores de prohibicíon del idioma de los Incas y de su ropa. No había aprendido nadie nada.Su cerveza llegó. Santiago bebió un lingotazo. La bruma delante de de sus ojos se puso más densa. ¿Para qué habría que amar su “madre patria”? No pudo ver nada.