Kamchatka es un país imaginario que aparece en un juego de mesa (Tácticas y estrategias de guerra). En él se refugia Harry, un niño de 10 años, para sobrevivir al horror. Sucede en el Buenos Aires de 1976 y los padres del crío fueron unos de los más de 30.000 desaparecidos, pero Harry cuenta la historia cuando tiene 40 años, más o menos la edad de Marcelo Figueras, el autor del libro Kamchatka (El País, 16. 11. 2003).
En 2011 finalmente fueron condenados los militares responsables de la dictadura argentina a cadena perpetua, como relata el vídeo de Der Spiegel.
Un ejemplo de las desapariciones en Argentina fue lo que les ocurrio a Héctor Germán Oesterheld, autor de El Eternauta, y a sus hijas.
Pienso que es un acción muy interesante para los directores de escena de contar este historia para los ojos de un niño de 10 años. Es una
mixturemezcla de infantillisurainocencia y una situación muy triste que el público puede ver. Es genial de explicar el terror en Argentina durante los eventos político verdaderosen este mañode esta manera. Las emociones de la familia son muy fuertes. Todo en contrario conla campinael paisaje hermoso en el país de Argentina. Kamchatka es una película que emociona y después de verla,eraestaba pensativa de mi propia historia y de la historia de Alemania también.Muchas gracias, Carina, por tu texto y tu opinión. ¡Muy bien! 🙂