La inseparable pareja de Ana y Roberto Blaum, mantuvo por 50 años su compañía ininterrumpidamente es decir, jamás se separaron. Cuando se conocieron él era un joven con aspiraciones de médico y ella una violinista llena de candor e inocencia. Fue la música la que los unió. Al llegar la guerra, los Blaum tuvieron que emigrar por sus raíces no arias y llegaron a otro continente a establecerse. Las habilidades del doctor Blaum pronto le dieron notoriedad no sólo por sus extraordinarias capacidades médicas sino por su autentico altruismo al ejercer su oficio. Además, el doctor Blaum es notable por sus ensayos a favor de una muerte digna y necesaria. Algunos lo atacaron de ser partidario de la eutanasia y otros mas de racista y enfermo. Lo cierto es que los Blaum envejecieron siendo admirados y queridos por todos.
El narrador del cuento narra la manera de cómo conoce a los Blaum –una emergencia que desde luego es solucionada por el susodicho-, y su creciente amistad con ellos. Como la pareja no tenía hijos, los Blaum trataron al narrador como un hijo por ello acudieron a él cuando el doctor le pidió que le consiguiera un lugar apartado de la prensa y las multitudes pues necesitaba tiempo para escribir otro libro. La fama del doctor había aumentado y sus polémicos libros lo hicieron famoso y solía ser visitado por enfermos, periodistas, colegas, curiosos etc.
Un año dejó el narrador de ver a los Blaum cuando se reencontró con ellos, Ana había muerto apaciblemente ayudado por Roberto quien tenía preparada una inyección para él. Roberto nunca escribió una línea, se dedicó ese año a su mujer quien fue diagnosticada con cáncer terminal. La pareja había pactado su último año, inseparables como siempre fue. Ahora el narrador escucha la suplica de Roberto quien le pide ayuda a buen morir pues él solo, no puede hacerlo.
De tanto escribir empiezo a sentir la falta de imaginación. Este cuento está bien escrito. La primera impresión es positiva y permanece a lo largo del relato. Al principio la historia de los protagonistas me hizo pensar en la historia de Daniel Barenboim y Jacqueline Du pré. No obstante el relato se basa más en la historia y la tragedia de los judíos que provenían de todo Europa, a lo menos al principio. Sin embargo, Isabel A. no nos arrebata en una historietta dedicada a los judíos sino en una historia de personas sencillas que se acuerdan siempre de su pobreza a pesar de los éxitos profesionales y otras condecoraciones que adornan la carrera del marido.
Lo que tiene que poner de realce es casi la falta de referencia al origen judío de esta pareja. Isabel A. aunque trata del tema de la eutanasia quiere hacer resaltar que tal origen no importa. Así que resulta una buena demostración de por sí.
No deseo inmiscuirme en ese tema ya muy rebatido. Cada uno tiene su opinión.
Esa historia mira porque diferentes naciones ya discuten durante años sobre la
eutanasia y no pueden encortrar una solución. Aquí tenemos solo un ejemplo
para los problemas grandes de ese tema.
Para mí, después de “Un camino hacia el norte” otro cuento muy intenso que además trata un téma de gran actualidad – la eutanasia. Es seguramente un asunto que nunca va a perder la explosiva porque se encuentra en una zona intermedia. Aquí todo parece muy claro: un hombre ayuda a la mujer que ha querido toda su vida de una manera muy intensa a conseguir una muerte digna. Como no se ve capaz de vivir sin ella pide por su parte ayuda a un amigo íntimo. Pero se dan un multitud de casos que son mucho más complejos y que un espectador no puede juzgar. La demarcación entre humandidad e ilegalidad allí no es muy evidente.