Fortunato II heredó el circo que su padre apenas pudo levantar del suelo. Sin embargo el vástago resultó hábil para los negocios; pronto, no sólo lo saco adelante sino que lo modernizó y llevó por extensas regiones con gran éxito.
El empresario se casó con una trapecista quien le dio un hijo: Horacio. Pronto la mujer tuvo deseos de independizarse por lo que no dudó en abandonar a esposo e hijo. Fortunato II volvió a contraer nupcias sólo para verse una vez más, sin mujer a su lado. Horacio creció con la sensación de haber sido dejado por madre y madrastra. Ya en plena madurez, Fortunato II volvió a casarse con una suiza quien no batalló mucho para convencerlo de dejar el circo y adoptar una vida tranquila en los Alpes. El joven Horacio quedó entonces al frente de la empresa.
Horacio había trabajado siempre en el circo, conocía el negocio y pronto amplió la visión del padre y del abuelo. Compro algunas arenas e invirtió en peleas de box y luchas. Aprendió a vivir con lujos y a conseguir siempre lo que quería. Desconfiado por naturaleza, rehuía el matrimonio y tiraba de loco a su abuelo Fortunato cuando éste le reclamaba heredero para la compañía.
Todo cambió el día que Horacio conoció a Patricia Zimmerman. Se encontraba en un restaurante cuando entró, del brazo de su marido, una judía cuarentona que lucía las joyas que su esposo vendía. Se enamoró de golpe y se dispuso a conquistarla a como de lugar. Empezó mandando flores cuya suerte fue invariablemente el bote de basura, después empezó a aparecerse en todo lugar que la fina dama frecuentara: cafés, opera, centros comerciales etc. La Sra. Zimmerman no hallo manera de hacerle entender a ese inconsciente que no siguiera perdiendo más el tiempo y el dinero pues una dama de su altura no se fijaría jamás en él. Pero Horacio no desistía al grado de que cierto día le mandó una costosa joya comprada en las tiendas del marido. La señora tuvo que regresar la joya a los remitentes antes rechazados. Horacio se sintió por primera vez defraudado y aunque rara vez recordaba al abuelo, pidió hablar con él por larga distancia. Luego de escuchar la desventura, el anciano Fortunato le sugirió a su nieto que le ofrezca a la dama en cuestión algo que no tenga. Un buen motivo para reírse. Al día siguiente, una joven llegó a la tienda del señor Zimmerman para devolver la joya que un día antes, había adquirido un tipo de lo más vulgar y petulante. Luego de narrarle una historia aprendida, la joven no solo pudo regresar la joya sino que consiguió una invitación a cenar de parte del dueño de la joyería.
A la siguiente semana, un ruborizado señor Zimmerman le avisó a la señora que marchaba a una subasta de joyas.
Sola y con un interminable dolor de cabeza, Patricia Zimmerman fue arrebatada de todo lo conocido, cuando acudió a investigar un ruido y se encontró con un breve pero intenso espectáculo circense y a Horacio en el centro de todo. La señora se rió y se lanzó en su encuentro
Bueno este cuento relata más una historia de amor clásica. Al contrario de los otros cuentos el desenlace me parece menos asombroso. Lo interesante estriba en que, para tocar el corazón de Patricia , Horacio actua de verdad, hace lo que le gusta, es decir desempena el papel del Rey del Circo, él que juega como un nino. LLamar a su abuelo, quien es la verdadera alma de su circo, y no a su Padre, que representa más bien el negocio del Circo le hace zambullir de nuevo en su propio e intimo mundo, el de la ninez, cuando era un muchacho atiendo a las fieras. En este cuento también Isabel A. demuestra que los puentes de oro no salven ningún río ni nadie…
Cabe subrayar que no solo la actitud de Patricia, entre miedo y decepción , sino también la aventura del marido que en mi opinion actua de manera simétrica con respecto a Horacio, pone de manifiesto la hipocresía del mundo burgués por lo general , postura a cambio de impostura.
Leyendo esta historia estaba pensando en la novela de Javier Marías “el hombre sentimental” en la que un senor se empena en seducir a una mujer ya casada, cuyo marido no parecía interarse por ella y por sus aspiraciones y deseos , echando la culpa a su negocio. En cambio en esa novela el protagonista no logró seducirla.También eso me hace pensar en la película con James Dean titulada “Giant”.
Todos los cuentos y novelas de Isabel Allende seducen sobre todo por fantasía, creatividad e ideas que están -en un sentido positivo- fuera de lo normal. En el cuento “Regalo para una novia” la autora describe muy bien la importancia y sobre todo el poder de todo eso. Hay que contrastar con la gran masa y atreverse a pensar de otro modo.
Para conseguir su propósito Horacio primero recurre sin éxito a los medios cotidianos. Pues se acuerda de lo que era antes de haberse adaptado a su entorno y entiende por fin que lo que hace feliz a la gente ni es el dinero ni la posición social sino la alegría que se puede compartir con personas queridas. Después de haber entendio eso es capaz de dar el paso decisivo.
leyendo el cuento, Horacio parece como hombre muy molesto que aprovecha todas ocacíones para impresionar a Patricia. Por eso no tiene mucho exito en su empeño. Le regala ramos de flores y joya valiosa, pero no comprende que vale verdaderamente en la vida. Como en cuentos de hadas es típico que un abuelo – un hombre vejo y sabio le ayuda para encontrar una solución: Son los sentimientos como alegría o humor que Patricia – como representante del ser humano – necesita. Horacio puede impresionar a Patricia solo después de cambiar su actidud y inventar un regalo creativo y extraordinario.
Ese cuento demuestra que el amor no se puede comprar con dinero. Por fin Horacio solo conquista el corazon de Patrizia con fantasía y creatividad. Me gusta de ese cuento que es el abuelo que da a Fortunado el bueno consejo.