Cuento: El oro de Tomás Vargas

Tomás Vargas fue un hombre mezquino, avaro, parrandero y mujeriego a más no poder. Su mujer, Antonia Sierra, era de menor edad pero su cuerpo había sido malgastado por numerosos partos y abortos. Todo el pueblo de Agua Santa le temía por violento salvo el dueño del almacén, un árabe de nombre Riad Halabí y la maestra Inés. Antonia Sierra había soportado todas las humillaciones que su marido era capaz de proporcionarle, incluso el tener que recibir a una concubina de nombre Concha Díaz quien llegó al pueblo con la barriga llena de un ser y el corazón destrozado por el seductor. Al principio Antonia se negó a tal descrédito pero con el paso del tiempo llegó a tener compasión por la asustada Concha. Conforme avanzaba el embarazo y el esqueleto de la madre se hacía más evidente, Antonia procuró ayudarla –apoyada en el turco Riad y la maestra Inés- a llevar a buen termino su embarazo. Llegado el día del parto, Tomás se fingió más borracho que de costumbre y así evitar desenterrar el tesoro del que tanto alardeaba. El turco ayudó a Antonia y a Concha por lo que el bebé fue bautizado con su nombre. Pasados unos días, Tomás se dispuso a exigirle a Concha compañía cuando fue interceptado por Antonia quien por primera vez en su vida se opuso a que su marido haga su capricho. Concha secundó la indignación de su protectora por lo que Tomás sintió desventaja y se fue lanzando blasfemias en contra de las mujeres.

Entonces, ante la inminente alianza de su esposa y concubina, Tomás busco un nuevo entretenimiento que encontró en las apuestas.

La miseria en su casa aumentaba conforme Tomás se sentía más osado y con el deseo de ganar fortuna de golpe.

Tomás se enfrentó con un teniente y ganó. Éste le exigió la revancha sólo que la apuesta había aumentado considerablemente. Tomás perdió esta vez. Pálido y sin fuerzas guió a todo el pueblo al lugar donde guardaba su tesoro. No lo encontró. El teniente comenzó a golpear a Tomás pero este fue protegido por el turco alegando que nada se resolvía a golpes. Ni Antonia ni Concha sintieron pena por aquel hombre que regresaba derrotado y miserable. Al poco tiempo se atrevió a salir de casa para no volver jamás puesto que fue muerto a machetazos en el lugar donde debiera de haber encontrado el tesoro.  Las mujeres iniciaron un negocio de comida y pronto desaparecieron los sufrimientos.

4 thoughts on “Cuento: El oro de Tomás Vargas”

  1. Este cuento a pesar del vocabulario que abunda en adjetivos es interesante y sobre todo más clásico que los demás. Se parece más a una moraleja proveniente del libro de las fábulas de Esope o de la Fontaine. El verdadero oro es el que viene del trabajo. Aquí también la autora pone de relieve el papel que desempenan las dos mujeres. ? Sería Isabel A. una feminista ? Huelga anadir que a fin de cuentas ellas vencen al Tomás Vargas. No sé si la elección de este apellido es un guino al autor eponimo.
    Patrick

  2. Hace poco tiempo leí un libro del autor Khaled Hosseini con el titulo aleman: “Tausend strahlende Sonnen”. El cuento del oro de Tomás Vargas me hace acordar a este libro. En los dos cuentos las mujeres, aunque competidoras al principio, luchan contra el mal tratamiento de sus esposo o amante del pasado. En los dos cuentos la relacíon entre las mujeres cambia del conflicto de la competencia a la amistad profunda. Las mujeres tienen que vencer muchas dificultades, tienen trabajar mucho, pero juntos superan las dificultades. El lector se compadece de las mujeres. Al fín de los dos cuentos el esposo, un hombre sin bien, murió por su exceso! Con miras a los abusos frecuentes contra mujeres en Espana o Lationamérica me parece que Isabel A. les quiera dar más autoconfianza.

  3. Este cuento es para mi la clara muestra del maltrato de la vida, y la gran fortaleza interior de la mujer.
    me encanto!
    Y aparte de que me lo dieron de tarea escolar fue un placer leerlo..Gracias!

  4. Cuidado con una interpretación demasiada femenista!
    Tomás Vargas es una caricatura de un macho. La pregunta es: quién le venció? Otro macho no más simpático (el teniente), las mujeres o ambos?
    Otra pregunta: Por qué Antonia Sierra soporta tanto tiempo a un esposo infiel, bruto … y por qué Concha Díaz, una nena, se deja seducir por un viejo verde?
    Contra una interpretación muy feminista es la figura de Riad Halabí, un auténtico altruista un anti-macho. Qué hubiera pasado con la familia sin los apoyos de Halabí? Estraría Concha todavía viva sin la ayuda económica del turco? Ha bien merecido que el recién nacido lleve su nombre.

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