Analía Torres quedó huérfana. Su tío Eugenio pasó a ser su tutor y administrador de las tierras que había heredado. Analía ingresó a muy temprana edad al Colegio de las Hermanas del Sagrado Corazón. Ahí recibía de cuando en cuando, breves notas de parte de su tío sin embargo, en el fondo sospechaba qué éste codiciaba sus tierras. Al cumplir 16 años, Analía conoció a su tío Eugenio quien la visitó por primera vez. El encuentro fue áspero pues la joven irritaba al tío con extrañas provocaciones. Al platicar el tío con la madre superiora, cae en cuenta de que nunca le mandó regalos en Navidad y jamás preguntó por ella.
Al poco tiempo, el tío regresó al convento para anunciarle a la madre que ahora será su hijo Luis quien se escribirá con su sobrina.
Analía comenzó a recibir cartas de su primo, al principio no las abría pensando que era otro ardid más del tío. Pero poco después, las leyó y eventualmente, una vez reconocida en él, las respondió. Analía se grabó la caligrafía y buen gusto de su primo, empezó a sentir emociones ajenas hasta ese entonces, que intentó reprimir imaginando que su primo era en extremo desagradable. No funcionó y en poco tiempo, se escribían usando un sistema de códigos que ocultaba un amor latente y confeso. El día que Analía conoció en persona a Luis se decepcionó pues era mas bien guapo y atractivo. El cortejo fue breve y la boda próxima. Analía continuó desencantándose de su príncipe azul y se convenció de que ella misma se enamoró de una ilusión. Al año nació su hijo, los esposos eran tan ajenos para entonces que sólo el niño notaba el tamaño de sus frustraciones. Llegado el momento de inscribirlo en la escuela, Analía se impuso sobre Luis para inscribirlo en una escuela de la zona. Justo comenzaba el niño a traer buenas calificaciones cuando un accidente cobró la vida de Luis Torres. Analía había reparado algo extraño en una nota de felicitación del maestro de su hijo cuando ocurrió la desgracia. Sin embargo, suspiro por el alivio de significarse viuda y tomó entonces las riendas de su vida. Agradeció a su tío Eugenio tantos años de dedicarse a sus tierras pero ahora le resultaba prescindible, cambió de personal y una vez que pusiera al día los documentos del negocio fue con rumbo a la escuela de su hijo. Le pidió que le enseñará a su maestro y llegó presentándose.
El maestro agradeció los dulces que anteriormente había mandado pero Analía lo sorprendió con una caja llena de cartas. El maestro palideció y le preguntó cómo lo pudo haber averiguado. Ella reconoció la misma caligrafía de las cartas en las notas escritas a su hijo. Él no la quiso engañar, fue un favor que le hizo a su amigo Luis Torres, que en paz descanse, y nada pudo hacer cuando empezó a tener respuestas. El perdón dependerá de usted le dice Analía al maestro.
Es un cuento gracioso sobre que se parece a la novela francesa “Cyrano de Bergerac” donde el protagonista declama el amor a una dama en lugar de un señor, un teniente que murió en una batalla. Al final después de la muerte del teniente la dama se dio cuenta de que la verdadera persona de la que elle estaba enamorada era el autor de las declamaciones al pie de la pared debajo su balcón. Por desgracia murió el autor entretanto.
Esta novela es muy buena, jijijiji tengo que hacer un trabajo sobre esta novela tambien me parece muy interesante por que tiene un desenlace muy inesperado.
me parese que la vida de la protagonista es muy trajica pero ella tuvo un final inesperado
el amor es muy lindo pero al final de todo te desepsionan y te son infieles nunca llores por un honmbre por mas k lo kieras lo ames no valen la pena derramar lagrimas por ellos ,,,,, si tu novio te es o te fue infiel dejalo por k no secvale eso eso es una señal de k te dejaron de amr y se estan interesando por otra
este cuento por lo que me han contado es muy bueno ahora lo tengo que leer espero que sea muy entretenido, no espero menos ya que isabel allende es muy buena escritora
el cuento es buenisimi y pienso en la coinsidencia de encontrar a su amor
y de todo el tiempo ke estuvo viviendo un engaño…