Gilberto, Filomena y Miguel eran los tres hermanos Boulton descendientes de un comerciante de Liverpool. Gilberto escribía poemas a su edad de más de setenta años, era el único que fue criado en Inglaterra por lo que mantenía manías del supuesto rango. Filomena era viuda y abuela y cuidaba a sus hermanos; uno anglófilo y el más pequeño cura. Miguel no sólo era un sacerdote radical que compartía las desgracias de sus feligreses, también era capaz de protestar contra el régimen militar que se había apropiado del país. Denunciaba torturas y llegó a ser tan conocido que seguramente le ahorró ser desaparecido.
Miguel sufrió un ataque que le dejo ciego repentinamente. Fue llevado a casa de su hermana pero, ante la gravedad del asunto fue llevado aun hospital, el más miserrimo que existía, pues el padre Miguel se negaba a entra a lugares con olores petulantes o de platicas sofisticadas. Al ser atendido, el medico sugirió ser visto por un especialista en el hospital militar o en el del Opus Dei. Miguel se negó a ir a cualquiera de los dos pero fue persuadido por Filomena para ser revisado en el segundo. El oftalmólogo del Opus fue sincero y dijo que sólo un milagro le salvaría la vista al padre. EL padre Miguel enmudeció. Filomena tomó cartas en el asunto y junto con Gilberto y el guardaespaldas de su hermano, se dirigieron donde se le pedían favores a Juana de los Lirios: una mujer cuya fama de milagrosa había trascendido fronteras luego de su muerte. Para Filomena era una santa que algún día reconocerán. Para Miguel que mejor milagro entonces que la caída del dictador. Gilberto se secaba el sudor pensando en las vueltas de la vida.
El padre Miguel fue operado en el hospital del Opus Dei posteriormente. Al regreso a casa de Filomena, Miguel recibió innumerables visitas de afectados, poco después la noticia de que el padre Miguel había recuperado la vista corrió con voz propia. En una fiesta que se organizó más adelante, el Padre Miguel pidió recolectar firmas para pedir la beatificación de Juana de los lirios.
Bueno como tarea de verano me pongo de nuevo a escribir, por si acaso alguien hace caso a lo que voy a relatar. De entrada el cuento describe la vida de tres hermanos que tienen caracteres bastane distintos. Isabel A. destaca el de Miguel, sacerdote y padre para todos su pobladores por no olvidar su actuación de rebelde contra la dictadura. Como defensor de los pobres pasó muchas veces algún tiempo en la celdas de los militares y las de la policía política. No me ha interesado mucho lo de la beatificación de Juana de los lirios.
No obstante , a este efecto cabe subrayar que Isabel A. ataca directamente la jerarquía católica y los del Opus Dei, institución que disfruta del total apoyo del Papa. La carga contra los ricos y sus voluntad de adquirir a precio de oro la bendición de la iglesia queda en el trasfundo.
Las distintas posturas de Miguel para con los angéles y los milagros que se cambian a lo largo de la historia traducen más la falta de unidad de la doctrina católica tanto a lo largo del tiempo como en el espacio. El cambio de actitud Miguel, quien al fin y al cabo se convierte en un partidario de la Juana hasta recolectar firmas a favor de una beatificación es un posible ejemplo de la creencia según Santo Tomás.
Buenas noches y buena suerte
PD: no hay peor ciego que él que no vea
Muchas gracias, Patrick, por tu comentario y, sobre todo, por tu fidelidad!!!
Claro que seguimos aquí. Yo sigo y tú sigues y seguro que algunos de nuestros compañeros también seguirán leyendo y participando este verano en el blog y en los talleres.
Por cierto, el refrán al que te refieres es ” no hay peor ciego que el que no quiere ver”… y creo que es muy cierto 🙂
yo tambien voy a continuar con los comentarios sobre los cuentos. En caso de “un discreto milagro” es un commentario muy corto: Leyendo el cuento me acuerdo de la profecía que la virgen María dio a los niños de Lourdes o semejantes milagros. El cuento incluye muchos temas de la iglesia católica como Opos Dei, los milagros, el proceso largo de la beatificación de un santo por el Vaticano… y tambien los dudos y el enthusiasmo de la gente en respecto de estos temas. En los países del América del Sur los cuentos sobre milagros todavía son importantes para la gente a causa de su nivel de vida bajo. Necesitan la esperanza de un cambio en una vida mejor. La pobreza puede ser una accionamiento para la creencia.