Os invito a expresar vuestras opiniones personales sobre las cuestiones de la actualidad política, económica y social, introduciendo comentarios en esta entrada.
8 thoughts on “Comentarios y opiniones sobre la actualidad”
El Planeta de los simios
Esta película sacada de una novela de Pierre Boulle no me gusta mucho. Sin embargo la inversión de los papeles entre monos et seres humanos me parece interesante y esto por algunas razones. El otro día mirando por casualidad a un resumen de un partido de fútbol observé los socios tras las vejas de seguridad y se me ocurrió que habrían podido pasar por monos alborotados en un parque zoológico como si en aquel momento se hubieran cambiado los papeles. Y pensé en los héroes de la película encarcelados por los monos. En nuestra sociedad ibamos tratando a los seres humanos como ya estamos haciéndolo con los animales. El paralelo entre seres humanos que lo son cada vez menos y los animales, los que consideramos como seres ajenos a nuestra humanidad, me parece una visión sintomática de nuestra civilización. Hemos aplicado los metodos de transporte y concentración en jaulas de los nazis a la crianza de pollos y otros cerdos. Como en una película protagonizada por Charlton Heston (que actúa también en la de los monos) algunos animales fueron nutrido con harinas animales, es decir con alimentación derivada de sus propios cadaveres. Así que puedo seguir la comparación. En nuestra sociedad del espectáculo , ¿ Quién es el mono de quién? . ¿ Quién arroja cacahuetes a quién? La violencia en todas sus formas está acabando con el discurso y el diálogo. Estamos convertiéndonos en carteles de anuncio y propaganda. Huelga añadir que el uso de los juguetes electrónicos se parece más ahora a lo que algunos cientifícos quieren hacer aprender a los monos; apretar botones, teclear o simplemente tocar pantallas con el dedo obteniendo así efectos inmediatos sin comprender mucho como vacas que tocan un aparato para beber en abrevaderos y por supuesto sin aplicar un razonamiento básico con encadenamiento de ideas. Desde hace tiempo se seleccionan los mejores toros y sementales para la reproducción de caballos, vacas y bueyes. Ahora vamos a elegir y dar a luz a niños para que sirvan de medicamentos para sus hermanos o hermanas.
Vuelvo a la película de los monos. Por fin, ¿ Qué pensaría un extraterrestre de nuestros habitos? ¿ Dónde está la linea entre animales y seres humanos? Mirando esa película, te consideras como un ser humano, o sea un ser superior a los monos imbeciles que te encadenan a ti, ente provisto de una inteligencia superior.
PD: Esa película desarrolla otro temas tan interesantes como el racismo, el miedo al extranjero, al que es diferente y por lo tanto es una parábola contra el colonialismo (no sé si el Charlton Heston este comprendió lo todo, dado su papel en la NRA (National Rifle Association)).
El capitalismo funeral según V Verdú:
El libro de Vicente Verdú contiene dos partes. La primera se dedica a rendir cuenta de la evolución del capitalismo (el capitalismo funeral). La segunda parte trata más o menos de su desarrollo a traves la red y las nuevas potencialidades que ofrecen las nuevas generaciones que están llegando al mercado del trabajo con otra mentalidad, o sea deseando mucho menos jerarquía en sus relaciones laborales y más propensión al juego y al trabajo en común. Estos vástagos ya han pasado mucho tiempo con videojuegos y desde hace bastantes años intercambian sus experiencias en Internet, desarrollando así una red de individuos sin otro contacto que él de Twitter u otro Facebook.
A mi parecer los jovenes siguen extendiendo el capitalismo por proyectos y eso mediante las nuevas tecnologías. Este concepto ya fue enunciado en su tiempo por dos sociologos franceses. Así que el libro no presenta nada nuevo en la materia.
En cuanto a la percepción del capitalismo funeral y de la sociedad actual, el analisís de Verdú se parece más a una versión actualizada de las intuiciones del sociologo Jean Beaudrillard. Por lo tanto el autor no añade muchas cosas propias. A mi juicio es mejor leer or volver a leer las obras de aquel sociologo.
En lo que atañe a las visiones del futuro basándose en la evolución de la juventud, el autor se conforma con describir lo que pasa sin mucho espiritú crítico. Por ejemplo, el uso de pantallas y de connexión a Internet perjudica al medio ambiante. El autor también pasa por alto las consecuencias del aislamiento frente a una pantalla sobre el tejido social, el posible desmoronamiento de los vínculos sociales reales, es decir, cara a cara y la desintegración de la democracía que no se puede reducir a un blog. Su entusismo enmascara muchos interrogantes en este respecto.
En conclusión ese libro no trae muchas ideas nuevas y hace falta una visión crítica de la realidad.
El virus del frío:
Un día leí una obra de Jean Baudrillard en que él anunciaba que el derrumbamiento del bloque del este, es decir, de los países del pacto de Varsovia iba a originar la difusión de un virus que va a arrebatarse de la sociedad occidental. No me acuerdo mucho del origén de ese virus. De todos modos a decir verdad no entendí mucho aquella intuición o mejor dicho no comprendí las consecuencias de aquel virus. Su tesis era la siguiente; el mundo comunisto se había desmoronado por causas internas verbigracia falta de eficacia, mercado único, corrupción y otras lacras típicas de tal sistema. Por fin el bloque occidente no tuvo casi nada que hacer sino existir. Ahora con la aparición de grietas y más bien en modo alguno con derrumbamientos de partes más o menos visibibles del mundo occidental, extendido hasta el planeta entero, los amagos de un similar hundimiento tocan a nuestras puertas sin que le demos mucho caso a este asunto, por ejemplo, corrupción, degradación del medio ambiente, y una clasa política que porfia en conservar el sistema financiero y económico sin cambios algunos. Ahora entiendo mejor el vaticinio de Baudrillard, comparando los dos sistemas, es decir el sovietico y el actual mundo capitalista. El virus representa más el hundimiento de un sistema sin adversarios y por tanto cerrado. El sistema se concentra en sentido literal (concentración de empresas y poderes) y figurado (en sí mismo). El sistema también es cerrado ya que no tiene opositores tal y como lo expliquó el mismo Baudrillard en otro libro (el intercambio simbólico y la muerte, lectura que recomendo a todos). Y ya conocemos el destino de un sistema que sólo se afrenta a sus propias contradicciones.
El soldado de lo inútil
No sé por qué sentimientos será habitado el último soldado en Afganistán por más que un fin de esa contienda occurra un buen día. No sería nada extraño que fuera un americano. No vaticino nada en lo que atañe al final de esa guerra que hasta poco no merecía siquiera este nombramiento. Puede ser que ese soldado se encuentre en un páramo pakistaní, perdido entre dos sierras. Podríamos imaginarnos extraviado en un desierto o huyendo bajo un diluvio de bombas, el que tañe a muerto por las andanzas anglosajones en una de las postreras colonias británicas. No sé cuándo eso va a acontecer. Quizás queden indefinidamente ocupantes de la OTAN en esa región remota y ahora más conocida que el piso de nuestro vecinos. ¿ Qué pensará ese soldado después de tantos muertos, tantos heridos, tantos destinos destrozados y tantas vidas mutiladas ? Y todo ese lodazal para nada.
Al otro lado del globo terráqueo, ¿ qué opinará un recién parado, mirando la televisión como un papamoscas ante el fin de un conflicto nunca deseado ni aprobado, el que ha traído tantos feretres con ceremonias sin fin? No hubo tanto dinero para capear el temporal económico si bien mucho dinero fue gastado para salvar un sistema financiero tan opaco como enmarañadas fueron las montañas de Pakistán o Afganistán. De ahí que soldados de verdad o soldaditos del capitalismo sigan sin saber por qué derramaron su sangre o su sudor.
La tentación del exterior:
Desde hace meses leo y escucho las mismas palabras y los mismos discursos sobre las reformas del capitalismo, para moralizar el capitalismo y su sistema financiero. De modo que sigo experimentando la escucha de un disco roto con su eterne estribillo. Como para dar la impresión que están al día, que prestan oídos a las quejas y las preocupaciones del ciudadano, presidentes y jefes de gobierno anuncian reformas a bombo y platillo y al mismo tiempo pregonan su fe en los valores del capitalismo, el capitalismo de nuestro antepasados con su moral más bien chapada de oro. Así pues se parecen a médicos que recetan pildoras inofensivas sin saber realmente dónde se le duele al paciente o de qué enfermedad se trata.
Así que no se decide nada. Ésas promesas quedan como otras muchas, esto es, castillos de arena y promesas sin porvenir. Una cosa es predicar otra dar trigo. Como son recomendaciones y no leyes, los partidarios pueden seguir durmiendo sin muchas pesadillas por muy valientes que los políticos puedan ser al anunciar tales proyectos. Y no digo que no son personas sensibles, los financieros, tiburones de las bolsas, gamberros con ordenadores portátiles. No bien el señor Obama planteó impuestos sobre pasivos bancarios, las bolsas registraron importantes bajas. Ambiente febril en el mundo bursátil. No hay de que.
Al final no se cambia nada como ya lo hemos visto en Copenhague. Y como el nudo gordiano del problema es el capitalismo mismo, me temo que las pseudo reformas caracoles no llegan a ninguna parte por muy ambiciosas que parezcan. Por eso nombro esta compostura la tentación del exterior, es decir hacer aspavientos sin volcarse en el fondo del problema.
La sombra proyectada del recuerdo:
Ahora todo acontece rapidamente. La gente quiere experimentar muchas cosas tan de prisa que no aprovecha sus propios tiempos. Con las nuevas camaras digitales se puede borrar en un santiamén la foto que se ha sacado un ratito antes como si nada . Como si no hubiera existido. El consumo de objetos y cosas se ha extendido a los eventos. Tenemos que acumular experiencias bajo pena de perderse algo, muchas veces fiestas, salidas que no se deseaba, cuya existencia no se sospechaba a veces antes de estar al tanto o informado (o deformado según se mire). Y como aquellas fotos que no tuvieron derecho a existir, o sólo unos segundos, estas experiencias se agolpan, una cazando otra sin que uno se acuerda mucho o en absoluto de ellas. Aparecen y se desvanecen como estrellas fugaces. Así que nuestra vida se llena (o se vacía) de sucesos sin sentido y sin meta propia, es decir sin protagonista real. La sociedad de consumo enhebra una retahilá de posibilidades tanto más sin sentido cuanto el encadenamiento de ofertas ociosas sigue un plan ajeno a nuestra personalidad como el calendario de fiestas imprescindibles y otros eventos deportivos. No podemos vivir en ningún presente con un futuro y un pasado determinado cuando huimos la experiencia del tiempo que pasa y la muerte. Como una mosca detrás de la oreja, no vivimos realmente o sea no experimentamos de verdad los momentos sino esperando (espera con frecuencia muy rápida) la imagen o el resultado de nuestra actuación. Resulta difícil estar en la foto y a la vez sacar la foto. Eso es lo que llamo vivir a la sombra proyectada del recuerdo.
Al fin y al cabo no disfrutamos de nada y acabmos frustrados. De atesorar tantas cosas inútiles ninguna queda en su memoria y necesitamos prótesis para por si acaso recordar todas nuestras experiencias. Hago hincapié en “ por si acaso” ya que apenas la gente se vale de sus discos duros, los que se apiñan en cualquier rincón oscuro o a la vista de comensales admiradores, para paliar a la falta de remembranza. Además de no poder recordar todos nuestros propios acontecimientos intimos y no intimos nos perdimos la valorización de nuestra vida y la sabiduría que antaño caracterizaba nuestros ancianos. La experiencia de nuestra vida no se compara con una caja de ahorros que siempre, en el mejor de los casos, incrementa tus bienes a lo largo de una vida de labor.
En lo que atañe a la natalidad en Europa muchas estadísticas apuntan a una disminución de la natalidad aunque existen discrepencias según los países. Estas diferencias proceden de la historia social y económica de cada país, verbigracia, su religión, su producto interior bruto y por supuesto sus tradiciones. En algunos países como España , Italia o Alemania la natalidad se ha desplomado desde hace decenios. Por ejemplo y a pesar del peso demográfico de la inmigración el último censo puso de relieve un retroceso global, es decir, no sólo de lo niños, sino también una disminución de la población en su conjunto. Este fénomeno se observa de manera más contundente en Rusia. Mientras tanto la natalidad en Francia, Suecia y Irlanda sigue con niveles aceptables en el sentido de que, con niveles alrededor de 2,0, la población puede renovarse.
Para explicar todas esas diferencias hay que tomar en cuenta muchos parametros como la protección social, las tradiciones y la evolución económica en terminos sociales y de renta. Por ejemplo en Irlanda el aborto está prohibido, salvo casos excepcionales. En Francia las estructuras de acogimiento de los niños permiten a las mujeres de seguir trabajando. En Suecia hasta ahora las distintas administraciones hacen hincapie en la protección social a todos los niveles. En cambio, en España y Italia, bastantes parejas no se pueden permitir económicamente dar a luz a dos niños o más. En Alemania me parece que tener niños no pertenece a las prioridades de los matrimonios, más bien preocupados por su estatuto social como el coche, los viajes y la carrera.
Así que, al parecer, se podría definir una línea de demarcación entre diferentes grupos de países. Sin embargo ésta está esfumándose a lo largo del tiempo, creando así contornos borrosos entre aquellos grupos.
Por un lado las estructuras, tradiciones y otros aspectos propios a cada país siguen más o menos vigentes.
Por otro lado, teniendo en cuenta la imposición creciente del modelo del neoliberalismo en toda Europa, se considera a los niños cada vez más como actores de la vida económica, es decir, como objetos de inversión (educación, salud) y por lo tanto cada vez menos como niños de por sí, o sea, con sus propias cualidades. En este contexto hay que poner de manifiesto que el modelo del adulto que tiene que contar con si mismo sin muchas ayudas por parte de su comunidad como si fuera una empresa, está difundiéndose en todos los rincones de la sociedad de los países desarrollados.
Toda esa evolución conlleva muchos problemas acerca de la educación y por supuesto la formación general como adultos, sin pasar por lo alto los problemas de violencia acarreados por la falta de identidad de los muchachos, los cuales se encuentran partidos entre actuar como adultos o como niños. En cuanto a la educación, la escuela está convirtiéndose en una fábrica de diplomados adaptados al mundo laboral casi como máquinas herramientas. Además, con la posibilidad de dar a luz a bebes medicamento para curar al primogénito, lo peor está por venir.
Al final me temo que los problemas económicos y medioambientales que acechan a las nuevas generaciones se agolpan sin que nuestros vástagos tengan muchas soluciones o mejor dicho mucha capacidad de arreglarlos como seres humanos que pertenecen a una comunidad, dentro de un conjunto cada día más complejo. El contrapeso del hecho de que la natalidad siga mermándose no augura bien en lo que refiere al porvenir de nuestros hijos y nietos porque refleja otra realidad, como la otra cara de la moneda. Podría aparecer como una condición favorable (más espacio y más dinero), el hecho de que vivan en un estado de bienestar que no conocieron nuestros padres y abuelos. No obstante, las condiciones mismas que han propiciado tal estado van a jugar en contra de sus beneficiarios, como si albergaran en su propio seno, los brotes del desmoronamiento de la sociedad del bienestar.
Mezcla de géneros:
Con mucha tristeza y bastante enojo andoy imaginándome el petroleo crudo manando del fundo del Golfo de Mexíco como una peste que surge del fondo de los milenios, como si fuera un amago de la catástrofe ecológica que se anuncia, sin que la gente hasta ahora se dé cuento de la gravedad del problema que nos acecha. Esa calamidad me enfurece tanto más cuanto asistimos a ese desolador espectáculo como mirones impotentes. Así que no puedo borrar esa imagen de mi cabeza. Que la combustión de petroleo y carbón está aumentando la temperatura media del planeta con sus efectos devastadores sobre el clima es ya una cosa casi consabida. Y todo esto mediante la acción humana, mejor dicho, la acción de los seres civilizados. Las ambiciones del Prometeo humano están asolando la urbe entera sin regreso posible. Revolviendo todas esas impresiones e ideas en mi cerebro, infiero de eso que desde hace siglos estamos pervirtiendo la naturaleza y por lo tanto que hemos enfrendido una ley, una que no se lee en ningún libro ni se inscribe en ningún frontón de cualquier edificio. Me temo que la explotación de energías fosiles ha originado un trastorno de la armonía terrestre. Con esá estamos mezclando el pasado y el presente. Me imagino bien las playas y los pantanos en los que vivieron las plantas y los organismos cuya degradación produjo carbón y petroleo. Y gracias a Prometeo y su soberbía, el depósito del pasado está manchando las playas y los ríos del presente. Pues bien la marea negra que amenaza con una parte de la vida de los estados del sur de EEUU se presenta como un símbolo, el de la perversión entera de la naturaleza por la civilización occidental.
El Planeta de los simios
Esta película sacada de una novela de Pierre Boulle no me gusta mucho. Sin embargo la inversión de los papeles entre monos et seres humanos me parece interesante y esto por algunas razones. El otro día mirando por casualidad a un resumen de un partido de fútbol observé los socios tras las vejas de seguridad y se me ocurrió que habrían podido pasar por monos alborotados en un parque zoológico como si en aquel momento se hubieran cambiado los papeles. Y pensé en los héroes de la película encarcelados por los monos. En nuestra sociedad ibamos tratando a los seres humanos como ya estamos haciéndolo con los animales. El paralelo entre seres humanos que lo son cada vez menos y los animales, los que consideramos como seres ajenos a nuestra humanidad, me parece una visión sintomática de nuestra civilización. Hemos aplicado los metodos de transporte y concentración en jaulas de los nazis a la crianza de pollos y otros cerdos. Como en una película protagonizada por Charlton Heston (que actúa también en la de los monos) algunos animales fueron nutrido con harinas animales, es decir con alimentación derivada de sus propios cadaveres. Así que puedo seguir la comparación. En nuestra sociedad del espectáculo , ¿ Quién es el mono de quién? . ¿ Quién arroja cacahuetes a quién? La violencia en todas sus formas está acabando con el discurso y el diálogo. Estamos convertiéndonos en carteles de anuncio y propaganda. Huelga añadir que el uso de los juguetes electrónicos se parece más ahora a lo que algunos cientifícos quieren hacer aprender a los monos; apretar botones, teclear o simplemente tocar pantallas con el dedo obteniendo así efectos inmediatos sin comprender mucho como vacas que tocan un aparato para beber en abrevaderos y por supuesto sin aplicar un razonamiento básico con encadenamiento de ideas. Desde hace tiempo se seleccionan los mejores toros y sementales para la reproducción de caballos, vacas y bueyes. Ahora vamos a elegir y dar a luz a niños para que sirvan de medicamentos para sus hermanos o hermanas.
Vuelvo a la película de los monos. Por fin, ¿ Qué pensaría un extraterrestre de nuestros habitos? ¿ Dónde está la linea entre animales y seres humanos? Mirando esa película, te consideras como un ser humano, o sea un ser superior a los monos imbeciles que te encadenan a ti, ente provisto de una inteligencia superior.
PD: Esa película desarrolla otro temas tan interesantes como el racismo, el miedo al extranjero, al que es diferente y por lo tanto es una parábola contra el colonialismo (no sé si el Charlton Heston este comprendió lo todo, dado su papel en la NRA (National Rifle Association)).
El capitalismo funeral según V Verdú:
El libro de Vicente Verdú contiene dos partes. La primera se dedica a rendir cuenta de la evolución del capitalismo (el capitalismo funeral). La segunda parte trata más o menos de su desarrollo a traves la red y las nuevas potencialidades que ofrecen las nuevas generaciones que están llegando al mercado del trabajo con otra mentalidad, o sea deseando mucho menos jerarquía en sus relaciones laborales y más propensión al juego y al trabajo en común. Estos vástagos ya han pasado mucho tiempo con videojuegos y desde hace bastantes años intercambian sus experiencias en Internet, desarrollando así una red de individuos sin otro contacto que él de Twitter u otro Facebook.
A mi parecer los jovenes siguen extendiendo el capitalismo por proyectos y eso mediante las nuevas tecnologías. Este concepto ya fue enunciado en su tiempo por dos sociologos franceses. Así que el libro no presenta nada nuevo en la materia.
En cuanto a la percepción del capitalismo funeral y de la sociedad actual, el analisís de Verdú se parece más a una versión actualizada de las intuiciones del sociologo Jean Beaudrillard. Por lo tanto el autor no añade muchas cosas propias. A mi juicio es mejor leer or volver a leer las obras de aquel sociologo.
En lo que atañe a las visiones del futuro basándose en la evolución de la juventud, el autor se conforma con describir lo que pasa sin mucho espiritú crítico. Por ejemplo, el uso de pantallas y de connexión a Internet perjudica al medio ambiante. El autor también pasa por alto las consecuencias del aislamiento frente a una pantalla sobre el tejido social, el posible desmoronamiento de los vínculos sociales reales, es decir, cara a cara y la desintegración de la democracía que no se puede reducir a un blog. Su entusismo enmascara muchos interrogantes en este respecto.
En conclusión ese libro no trae muchas ideas nuevas y hace falta una visión crítica de la realidad.
El virus del frío:
Un día leí una obra de Jean Baudrillard en que él anunciaba que el derrumbamiento del bloque del este, es decir, de los países del pacto de Varsovia iba a originar la difusión de un virus que va a arrebatarse de la sociedad occidental. No me acuerdo mucho del origén de ese virus. De todos modos a decir verdad no entendí mucho aquella intuición o mejor dicho no comprendí las consecuencias de aquel virus. Su tesis era la siguiente; el mundo comunisto se había desmoronado por causas internas verbigracia falta de eficacia, mercado único, corrupción y otras lacras típicas de tal sistema. Por fin el bloque occidente no tuvo casi nada que hacer sino existir. Ahora con la aparición de grietas y más bien en modo alguno con derrumbamientos de partes más o menos visibibles del mundo occidental, extendido hasta el planeta entero, los amagos de un similar hundimiento tocan a nuestras puertas sin que le demos mucho caso a este asunto, por ejemplo, corrupción, degradación del medio ambiente, y una clasa política que porfia en conservar el sistema financiero y económico sin cambios algunos. Ahora entiendo mejor el vaticinio de Baudrillard, comparando los dos sistemas, es decir el sovietico y el actual mundo capitalista. El virus representa más el hundimiento de un sistema sin adversarios y por tanto cerrado. El sistema se concentra en sentido literal (concentración de empresas y poderes) y figurado (en sí mismo). El sistema también es cerrado ya que no tiene opositores tal y como lo expliquó el mismo Baudrillard en otro libro (el intercambio simbólico y la muerte, lectura que recomendo a todos). Y ya conocemos el destino de un sistema que sólo se afrenta a sus propias contradicciones.
El soldado de lo inútil
No sé por qué sentimientos será habitado el último soldado en Afganistán por más que un fin de esa contienda occurra un buen día. No sería nada extraño que fuera un americano. No vaticino nada en lo que atañe al final de esa guerra que hasta poco no merecía siquiera este nombramiento. Puede ser que ese soldado se encuentre en un páramo pakistaní, perdido entre dos sierras. Podríamos imaginarnos extraviado en un desierto o huyendo bajo un diluvio de bombas, el que tañe a muerto por las andanzas anglosajones en una de las postreras colonias británicas. No sé cuándo eso va a acontecer. Quizás queden indefinidamente ocupantes de la OTAN en esa región remota y ahora más conocida que el piso de nuestro vecinos. ¿ Qué pensará ese soldado después de tantos muertos, tantos heridos, tantos destinos destrozados y tantas vidas mutiladas ? Y todo ese lodazal para nada.
Al otro lado del globo terráqueo, ¿ qué opinará un recién parado, mirando la televisión como un papamoscas ante el fin de un conflicto nunca deseado ni aprobado, el que ha traído tantos feretres con ceremonias sin fin? No hubo tanto dinero para capear el temporal económico si bien mucho dinero fue gastado para salvar un sistema financiero tan opaco como enmarañadas fueron las montañas de Pakistán o Afganistán. De ahí que soldados de verdad o soldaditos del capitalismo sigan sin saber por qué derramaron su sangre o su sudor.
La tentación del exterior:
Desde hace meses leo y escucho las mismas palabras y los mismos discursos sobre las reformas del capitalismo, para moralizar el capitalismo y su sistema financiero. De modo que sigo experimentando la escucha de un disco roto con su eterne estribillo. Como para dar la impresión que están al día, que prestan oídos a las quejas y las preocupaciones del ciudadano, presidentes y jefes de gobierno anuncian reformas a bombo y platillo y al mismo tiempo pregonan su fe en los valores del capitalismo, el capitalismo de nuestro antepasados con su moral más bien chapada de oro. Así pues se parecen a médicos que recetan pildoras inofensivas sin saber realmente dónde se le duele al paciente o de qué enfermedad se trata.
Así que no se decide nada. Ésas promesas quedan como otras muchas, esto es, castillos de arena y promesas sin porvenir. Una cosa es predicar otra dar trigo. Como son recomendaciones y no leyes, los partidarios pueden seguir durmiendo sin muchas pesadillas por muy valientes que los políticos puedan ser al anunciar tales proyectos. Y no digo que no son personas sensibles, los financieros, tiburones de las bolsas, gamberros con ordenadores portátiles. No bien el señor Obama planteó impuestos sobre pasivos bancarios, las bolsas registraron importantes bajas. Ambiente febril en el mundo bursátil. No hay de que.
Al final no se cambia nada como ya lo hemos visto en Copenhague. Y como el nudo gordiano del problema es el capitalismo mismo, me temo que las pseudo reformas caracoles no llegan a ninguna parte por muy ambiciosas que parezcan. Por eso nombro esta compostura la tentación del exterior, es decir hacer aspavientos sin volcarse en el fondo del problema.
La sombra proyectada del recuerdo:
Ahora todo acontece rapidamente. La gente quiere experimentar muchas cosas tan de prisa que no aprovecha sus propios tiempos. Con las nuevas camaras digitales se puede borrar en un santiamén la foto que se ha sacado un ratito antes como si nada . Como si no hubiera existido. El consumo de objetos y cosas se ha extendido a los eventos. Tenemos que acumular experiencias bajo pena de perderse algo, muchas veces fiestas, salidas que no se deseaba, cuya existencia no se sospechaba a veces antes de estar al tanto o informado (o deformado según se mire). Y como aquellas fotos que no tuvieron derecho a existir, o sólo unos segundos, estas experiencias se agolpan, una cazando otra sin que uno se acuerda mucho o en absoluto de ellas. Aparecen y se desvanecen como estrellas fugaces. Así que nuestra vida se llena (o se vacía) de sucesos sin sentido y sin meta propia, es decir sin protagonista real. La sociedad de consumo enhebra una retahilá de posibilidades tanto más sin sentido cuanto el encadenamiento de ofertas ociosas sigue un plan ajeno a nuestra personalidad como el calendario de fiestas imprescindibles y otros eventos deportivos. No podemos vivir en ningún presente con un futuro y un pasado determinado cuando huimos la experiencia del tiempo que pasa y la muerte. Como una mosca detrás de la oreja, no vivimos realmente o sea no experimentamos de verdad los momentos sino esperando (espera con frecuencia muy rápida) la imagen o el resultado de nuestra actuación. Resulta difícil estar en la foto y a la vez sacar la foto. Eso es lo que llamo vivir a la sombra proyectada del recuerdo.
Al fin y al cabo no disfrutamos de nada y acabmos frustrados. De atesorar tantas cosas inútiles ninguna queda en su memoria y necesitamos prótesis para por si acaso recordar todas nuestras experiencias. Hago hincapié en “ por si acaso” ya que apenas la gente se vale de sus discos duros, los que se apiñan en cualquier rincón oscuro o a la vista de comensales admiradores, para paliar a la falta de remembranza. Además de no poder recordar todos nuestros propios acontecimientos intimos y no intimos nos perdimos la valorización de nuestra vida y la sabiduría que antaño caracterizaba nuestros ancianos. La experiencia de nuestra vida no se compara con una caja de ahorros que siempre, en el mejor de los casos, incrementa tus bienes a lo largo de una vida de labor.
vida familiar:
¿Qué futuro para los niños en Europa?
En lo que atañe a la natalidad en Europa muchas estadísticas apuntan a una disminución de la natalidad aunque existen discrepencias según los países. Estas diferencias proceden de la historia social y económica de cada país, verbigracia, su religión, su producto interior bruto y por supuesto sus tradiciones. En algunos países como España , Italia o Alemania la natalidad se ha desplomado desde hace decenios. Por ejemplo y a pesar del peso demográfico de la inmigración el último censo puso de relieve un retroceso global, es decir, no sólo de lo niños, sino también una disminución de la población en su conjunto. Este fénomeno se observa de manera más contundente en Rusia. Mientras tanto la natalidad en Francia, Suecia y Irlanda sigue con niveles aceptables en el sentido de que, con niveles alrededor de 2,0, la población puede renovarse.
Para explicar todas esas diferencias hay que tomar en cuenta muchos parametros como la protección social, las tradiciones y la evolución económica en terminos sociales y de renta. Por ejemplo en Irlanda el aborto está prohibido, salvo casos excepcionales. En Francia las estructuras de acogimiento de los niños permiten a las mujeres de seguir trabajando. En Suecia hasta ahora las distintas administraciones hacen hincapie en la protección social a todos los niveles. En cambio, en España y Italia, bastantes parejas no se pueden permitir económicamente dar a luz a dos niños o más. En Alemania me parece que tener niños no pertenece a las prioridades de los matrimonios, más bien preocupados por su estatuto social como el coche, los viajes y la carrera.
Así que, al parecer, se podría definir una línea de demarcación entre diferentes grupos de países. Sin embargo ésta está esfumándose a lo largo del tiempo, creando así contornos borrosos entre aquellos grupos.
Por un lado las estructuras, tradiciones y otros aspectos propios a cada país siguen más o menos vigentes.
Por otro lado, teniendo en cuenta la imposición creciente del modelo del neoliberalismo en toda Europa, se considera a los niños cada vez más como actores de la vida económica, es decir, como objetos de inversión (educación, salud) y por lo tanto cada vez menos como niños de por sí, o sea, con sus propias cualidades. En este contexto hay que poner de manifiesto que el modelo del adulto que tiene que contar con si mismo sin muchas ayudas por parte de su comunidad como si fuera una empresa, está difundiéndose en todos los rincones de la sociedad de los países desarrollados.
Toda esa evolución conlleva muchos problemas acerca de la educación y por supuesto la formación general como adultos, sin pasar por lo alto los problemas de violencia acarreados por la falta de identidad de los muchachos, los cuales se encuentran partidos entre actuar como adultos o como niños. En cuanto a la educación, la escuela está convirtiéndose en una fábrica de diplomados adaptados al mundo laboral casi como máquinas herramientas. Además, con la posibilidad de dar a luz a bebes medicamento para curar al primogénito, lo peor está por venir.
Al final me temo que los problemas económicos y medioambientales que acechan a las nuevas generaciones se agolpan sin que nuestros vástagos tengan muchas soluciones o mejor dicho mucha capacidad de arreglarlos como seres humanos que pertenecen a una comunidad, dentro de un conjunto cada día más complejo. El contrapeso del hecho de que la natalidad siga mermándose no augura bien en lo que refiere al porvenir de nuestros hijos y nietos porque refleja otra realidad, como la otra cara de la moneda. Podría aparecer como una condición favorable (más espacio y más dinero), el hecho de que vivan en un estado de bienestar que no conocieron nuestros padres y abuelos. No obstante, las condiciones mismas que han propiciado tal estado van a jugar en contra de sus beneficiarios, como si albergaran en su propio seno, los brotes del desmoronamiento de la sociedad del bienestar.
Mezcla de géneros:
Con mucha tristeza y bastante enojo andoy imaginándome el petroleo crudo manando del fundo del Golfo de Mexíco como una peste que surge del fondo de los milenios, como si fuera un amago de la catástrofe ecológica que se anuncia, sin que la gente hasta ahora se dé cuento de la gravedad del problema que nos acecha. Esa calamidad me enfurece tanto más cuanto asistimos a ese desolador espectáculo como mirones impotentes. Así que no puedo borrar esa imagen de mi cabeza. Que la combustión de petroleo y carbón está aumentando la temperatura media del planeta con sus efectos devastadores sobre el clima es ya una cosa casi consabida. Y todo esto mediante la acción humana, mejor dicho, la acción de los seres civilizados. Las ambiciones del Prometeo humano están asolando la urbe entera sin regreso posible. Revolviendo todas esas impresiones e ideas en mi cerebro, infiero de eso que desde hace siglos estamos pervirtiendo la naturaleza y por lo tanto que hemos enfrendido una ley, una que no se lee en ningún libro ni se inscribe en ningún frontón de cualquier edificio. Me temo que la explotación de energías fosiles ha originado un trastorno de la armonía terrestre. Con esá estamos mezclando el pasado y el presente. Me imagino bien las playas y los pantanos en los que vivieron las plantas y los organismos cuya degradación produjo carbón y petroleo. Y gracias a Prometeo y su soberbía, el depósito del pasado está manchando las playas y los ríos del presente. Pues bien la marea negra que amenaza con una parte de la vida de los estados del sur de EEUU se presenta como un símbolo, el de la perversión entera de la naturaleza por la civilización occidental.