Os propongo una nueva introducción para el relato:
Amanecía y el peregrino ya caminaba animado. Sabía que los 25 kilómetros de esa jornada serían duros, pero una profunda alegría interior le impulsaba: al final del día llegaría a su destino…
3 thoughts on “Quinto relato breve”
Amanecía y el peregrino ya caminaba animado. Sabía que los 25 kilómetros de esa jornada serían duros, pero una profunda algría interior le impulsaba: al final del día llegaría a su destino. Empezó su viaje hace un mes aproximadamente. Por término medio caminaba 8 horas al día. Hizo deporte antes para prepararse. Sin embaro, su excursion en la región montañosa estaba era dura. Por las noches dormía en casas muy sencillas en las que 5 a 10 personas dormían en la misma habitación. No se lo gustaba nada. Por otra parte, encontraba mucha gente simpática y alegre. Por ejemplo, la semana pasada encontró dos chicas muy guapas de Londres. El día siguiente caminaron juntos unos pocos kilómetros. ¿Si va a encontrarlas al destino alguna vez? Pensando en las dias pasados, continuaba caminar caminando. Le encanta la naturaleza. De vez en cuando encontraba otros peregrinos pero en general estaba muy tranquilo. Después de comer algo por la tarde – un plato típico de la región – y unos 5 kilómetros más tarde, ultimamente finalmente llegó a su destino. !Qué surpreso sorpresa! Aunque en la agencia turistica le decieron dijeron que este lugar era muy tranquilo y pacífico, había miles de gente personas. Cómo se sentaba sentía muy desilusionado decidió marcharse. Pero, en este momente vio a las dos chicas de Londres. !Por lo menos!
Por lo meno así lo pensaba. Solo debía hacer un paso después de otro, respirar con el ritmo dei pasi de los pasos, no fijándose en el hecho de que no había comido nada por en los ultimos 20 horas. Se le salía bien de concentrarse podía dimenticar????? que se sintió muy frágil despues de todos los aconcimientos de la semana pasada….
– El escritor bajó el lápiz y se levantó. Es posible que todas sus estorias historias se vuelven mal? Que nunca podía escribir un relato sin tragedias, sin fin dramatico? Quizás se si cambiaba su estrategia finalmente podía esprimar expresar cosas positivas. Quizás con una frase inicial distinta el relato diventería???? así como lo quería. Empezó de nuevo:
La noche era mala, lloveba llovía sin cesar. El peregrino no quería levantarse, no querá quería caminar. Su destino era incierto ….
“Los ultimos 25 kilómetros no van a ser un gran problema después de la semana pasada”. Desde hace una semana el grupo de peregrinos europeo caminó la vía santa en las montañas sudamericanas – en total 120 kilómetros y siempre abajo y arriba. Fue muy duro los primeros días; el peregrino estuve estaba siempre cansado y agotado.
El tercero tercer día quisó abandonar. No tenía la fuerza por para continuar el camino, pero, era había una chica muy simpática de Suecia. Y ella le ayudó en este momento de duda y debilidad. Ella le convenció a el de para continuar. Desde este momento caminaron juntos cada día – hasta ayer.
Anoche ella se sentó sintió muy mal. Cansada y agotada – cómo él algunos días antes. Esta madrugada no se levantó y se quedó en su tienda. Le dijo a él: No puedo continuar, espero el autobús en el pueblo cerca de aquí y vuelvo esta tarde al hotel. Tienes que caminar al destino y tomar fotografías y entonces contarme cómo es cuando vuelves.” El pensó: “¡qué pena!”
Después de tres horas caminando puso pudo mirar una iglesia larga grande y bonita encima de una montaña – El destino de su senderismo – al fin! Pero cuando la miró, de repente tuvo dudas: “qué hago yo”, se preguntó.
Volvió corriendo. Su destino nuevo: la fermata parada de autobús.
Amanecía y el peregrino ya caminaba animado. Sabía que los 25 kilómetros de esa jornada serían duros, pero una profunda algría interior le impulsaba: al final del día llegaría a su destino. Empezó su viaje hace un mes aproximadamente. Por término medio caminaba 8 horas al día. Hizo deporte antes para prepararse. Sin embaro, su excursion en la región montañosa estaba era dura. Por las noches dormía en casas muy sencillas en las que 5 a 10 personas dormían en la misma habitación. No se lo gustaba nada. Por otra parte, encontraba mucha gente simpática y alegre. Por ejemplo, la semana pasada encontró dos chicas muy guapas de Londres. El día siguiente caminaron juntos unos pocos kilómetros. ¿Si va a encontrarlas al destino alguna vez? Pensando en las dias pasados, continuaba caminar caminando. Le encanta la naturaleza. De vez en cuando encontraba otros peregrinos pero en general estaba muy tranquilo. Después de comer algo por la tarde – un plato típico de la región – y unos 5 kilómetros más tarde, ultimamente finalmente llegó a su destino. !Qué surpreso sorpresa! Aunque en la agencia turistica le decieron dijeron que este lugar era muy tranquilo y pacífico, había miles de gente personas. Cómo se sentaba sentía muy desilusionado decidió marcharse. Pero, en este momente vio a las dos chicas de Londres. !Por lo menos!
Por lo meno así lo pensaba. Solo debía hacer un paso después de otro, respirar con el ritmo dei pasi de los pasos, no fijándose en el hecho de que no había comido nada por en los ultimos 20 horas. Se le salía bien de concentrarse podía dimenticar????? que se sintió muy frágil despues de todos los aconcimientos de la semana pasada….
– El escritor bajó el lápiz y se levantó. Es posible que todas sus estorias historias se vuelven mal? Que nunca podía escribir un relato sin tragedias, sin fin dramatico? Quizás se si cambiaba su estrategia finalmente podía esprimar expresar cosas positivas. Quizás con una frase inicial distinta el relato diventería???? así como lo quería. Empezó de nuevo:
La noche era mala, lloveba llovía sin cesar. El peregrino no quería levantarse, no querá quería caminar. Su destino era incierto ….
“Los ultimos 25 kilómetros no van a ser un gran problema después de la semana pasada”. Desde hace una semana el grupo de peregrinos europeo caminó la vía santa en las montañas sudamericanas – en total 120 kilómetros y siempre abajo y arriba. Fue muy duro los primeros días; el peregrino estuve estaba siempre cansado y agotado.
El tercero tercer día quisó abandonar. No tenía la fuerza por para continuar el camino, pero, era había una chica muy simpática de Suecia. Y ella le ayudó en este momento de duda y debilidad. Ella le convenció a el de para continuar. Desde este momento caminaron juntos cada día – hasta ayer.
Anoche ella se sentó sintió muy mal. Cansada y agotada – cómo él algunos días antes. Esta madrugada no se levantó y se quedó en su tienda. Le dijo a él: No puedo continuar, espero el autobús en el pueblo cerca de aquí y vuelvo esta tarde al hotel. Tienes que caminar al destino y tomar fotografías y entonces contarme cómo es cuando vuelves.” El pensó: “¡qué pena!”
Después de tres horas caminando puso pudo mirar una iglesia larga grande y bonita encima de una montaña – El destino de su senderismo – al fin! Pero cuando la miró, de repente tuvo dudas: “qué hago yo”, se preguntó.
Volvió corriendo. Su destino nuevo: la fermata parada de autobús.